De acuerdo a la leyenda, el Señor de la Gualamita era una estatuilla que viniendo desde Cusco, en el siglo XVII, debía ser llevada a Quito, aunque los que estaban a cargo del traslado, se extraviaron en el lugar, siendo encontrados por hombres de la zona.
Sucedió que estos hombres trataron de llevarse la imagen, pero al querer hacer eso, el aumento del mismo iba aumentando hasta hacer imposible de trasladar. Por ello, la imagen fue dejada en el sitio, donde se edificó una capilla.
Otro mito indica que este Cristo es muy expresivo, de tal modo que su alguno es de su agrado, su molesta es tal que el rostro adquiere un color morado.
La fiesta Patronal es testigo de una serie de rituales religiosos mezclados con el folclore del pueblo, como la tala de la leña que será empleada en toda la fiesta, sobre todo en el día central (14 de setiembre). Además, se realizan recorridos turísticos y agasajos por parte de las comunidades.
Entre otros actos figura la preparación de panes, mientras que en día central se realizan muestras de devociones por parte de hombres, mujeres y niños, quienes se acercan a los pies de la imagen para hacerle presente sus ofrendas. También es muy tradicional el hueche y el Hatun Luya. El primero es una costumbre ancestral que consiste en intercambiar productos y regalos de todo tipo de un pueblo a otro. Este es practicado sobre todo en la región Amazonas durante las fiestas patronales San Juan y Señor de Gualamita, de Luya y Lámud, respectivamente. Mientras que el segundo es una especie de pasacalle costumbrista, equivalente al Raymillacta de los Chachapoyas.
Fuente de la Foto: Cultura Viva en Amazonas
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